ACTA DE FUNDACIÓN DE LA
VILLA DE SAN FELIPE DE AUSTRIA
“En
este asiento de San Miguel de Oruro, miércoles primer día del mes de Noviembre
año de nuestra redención de mil seiscientos seis, el Señor Licenciado don
Manuel de Castro y Padilla del Consejo de Rey Nuestro Señor en la Cancillería
Real de la Plata, poblador y fundador de este dicho asiento, salió de sus casas
de su morada y con acompañamiento del Capitán Francisco de Villagutierrez,
Corregidor y Justicia Mayor y de muchos vecinos y moradores, estantes y habitantes en él, fue a la iglesia mayor
donde se dijo la misa del Espíritu Santo cantada y un sermón después de dicho el
credo. Bajó el altar mayor el sacerdote que la dijo, al lugar donde estaría
puesto un misal con una sobremesa de damasco carmesí y una almohada de
terciopelo carmesí encima de él y otra a los pies, donde el dicho sacerdote con
el misal en la mano, abierto, y el dicho señor Licenciado Don Manuel Castro hincado
de rodillas le tomó el juramento siguiente: Señor Licenciado don Manuel Castro,
Oidor en la Real Audiencia de la Plata, poblado en nombre del Rey nuestro Señor
y por Santa María su bendita Madre y por las palabras de los cuatro santos
evangelios y por esta señal de la cruz y de la población de la Villa que el
presente funda en este asiento como más convenga al servicio de Dios nuestro
señor y de su Majestad bien y conservación de los vecinos, moradores y
naturales, conforme a su obligación y que sobra guardar todo lo que por razón
de dicho cargo de poblador debe hacer cumplir y si así lo hiciese Dios le ayude.
El cual respondió; Si juro y amén.
Y
acabada de decir la misa el preste bendijo un estandarte de damasco carmesí con
las armas reales y lo entregó al dicho señor Oidor, el cual le tomó y le llevó
a una ramada que se hizo en la plaza, llevando las puntas de él, don Gerónimo
Ondegardo y Francisco de Medrano, donde llegados, habiendo venido cantando los
sacerdotes el Himno de Veni Sancte Spiritus, dijo la oración que la iglesia
pone para el principio de las congregaciones y luego los versos de oración de
la bendición del lugar donde se fundó la Villa, bendiciéndola y acabada la bendición,
el dicho señor Licenciado don Manuel Castro, enarboló el dicho estandarte tres
veces diciendo en cada una de ellas: la muy noble y muy leal Villa de San
Felipe de Austria por el Rey Don Felipe nuestro señor y sus sucesores en la
corona de Castilla y León y el Perú. En la última vez dijo que Dios guarde
muchos años y dijo que tomaba y tomó la posesión de la dicha Villa Real, actual
corporal, jure domine velquasi, poniéndola como la ponía debajo de la Corona Real,
obediencia y vasallaje, reconocimiento y jurisdicción real de la dicha Corona
de Castilla y León y de Perú y en señal de posesión mandó a alzar unos palos
con que se hizo una horca y en el nudo de ellos hincó un cuchillo, que fue la
espada del gran Capitán Gonzalo Fernández de Cordova y dijo que en nombre de su
Majestad eximía y eximió esta dicha Villa de la jurisdicción civil y criminal,
mero mixto imperio y pidió todo a mí el presente secretario y que los presentes
sean testigos, siéndolo el factor don Diego de Velarde, don García Paredes y
Ulloa y don Juan de la Cueva.-El Licenciado don Manuel de Castro y Padilla.-
Ante mí .- Bartolomé Pérez de Larrea” .
“La
Villa de San Felipe de Austria fue fundada en la “enconada a forma de media
luna...la abrigó de los vientos” mientras que desde las faldas de unos
cerrillos, que están delante de Pie de Gallo, comienza la población y rancheria
de los indios, extendiéndose casi a la par con los españoles”
La celebración de un solemne acto de fundación
en el cual el Licenciado don Manuel Castro y Padilla del concejo del rey como fundador
del dicho asiento acompañado por el Corregidor y Justicia Mayor y de muchos
vecinos y moradores fue a la iglesia mayor conde se celebró la misa del
Espíritu Santo cantada y con sermón, después de la cual el sacerdote se dirigió
al lugar donde se encontraba un misal, y con éste abierto en mano y el dicho
señor Licenciado don Manuel Castro y Padilla hincándose de rodillas le tomó el
juramento, acabado la ceremonia el sacerdote bendiciendo un estandarte de
damasco carmesí le entregó al fundador, quien tomándolo marchó hasta la plaza
al lugar donde se armó una ramada, acompañado de los vecinos principales, los pobladores
y los sacerdotes, que iba cantando el himno de Veni Sancte Spiritus. La toma de posesión se
realizó con una oración que dijo el sacerdote que ofició la misa y con el
levantamiento de un rollo como símbolo del poder real.
Versión
Lírica acerca de la fundación de la Ciudad de Oruro
Luis Mendizábal Santa Cruz
El Licenciado Castro de
Padilla
Con la cruz en la
diestra
Y señalando la horca
Para colgar herejes y
desleales
REAL VILLA DE SAN
FELIPE DE
AUSTRIA DE ORURO
Hace trescientos y
treintiún años
Los cíclopes del viento
Tocaron la trompeta de
las rocas
Diseñaron senderos las
ágiles vicuñas
El cuerno clamoroso de
los chasquis
Desparramó sus hálitos
de pampa.
Y libertó la puna su
cósmica jauría,
Para lanzar la nueva
ante los oídos
Atónitos del mundo
Y desde Potosí
Se descolgaron los mineros
Y del torrente gris del Choqueyapu
Vinieron los aymaras
Y despreciando el cobre
Caravanas del Cuzco llegaron
febricientes,
Y alzando el fardo de sus esperanzas,
Se vinieron del Yunga y de los valles.
Y se fundó la raza
Entre nervios y músculos,
Quimeras y ambiciones.
Solamente los Urus,
Se quedaron extáticos, indiferentes mudos,
Perdurando en sus islas,
Bajo cien lunas rojas y sobre mil crepúsculos
Con el rito inviolable,
Que guardan con el espejo milenario
Las aguas del Poopó.
Y pasó la
Colonia,
Entre un
gotear sangriento de guitarras;
Una cita de
autor en el altillo:
El rudo
tabletear de las abarcas
En el camino
de las encomiendas.
En el
coloniaje heroico,
Que
transcurrió en el canto de martillos
Sobre el
pétreo regazo de los cerros,
Culminado en
leyendas;
Aquella del
gran sapo, los millones de hormigas.
Y la
monumental serpiente,
Que iban y
exterminar la ilustre Villa
De San
Felipe de Austria,
Pero fueron
en piedra convertidos, sapo y
Serpiente
monstruos
Y aún quedan
las hormigas,
Durmiendo el
blando sueño de la nada
En los
extensos arenales
Que dora el
sol pampero
Y todo fue
por gracia de un milagro
Que tuvo a
bien hacer la dulce
Virgen del
Socavón
Fue don
Gaspar de Zuñiga y Pacheco,
Diestro en
el cubilete
Fanfarrón,
disoluto, ruin y guapo
Quien se
ganó a los dados el premio de
Una ñusta
En sus
dormidos ojos de vicuña,
Hubo un
temblor de estrellas.
El honor de
los incas y el virginal espanto
Hizo
estallar su sangre de kantutas
En mortal
puñalada
Que partió
el pecho del hidalgo
El viejo
bodegón fue clausurado,
Cesaron las
orgías. La piedad de las gentes
Emparejo en
la esquina del gartto una
CRUZ VERDE
Que así como
horcas hubo para colgar
Desleales
Y diez que
nunca más hubo reyerta
Aunque en
las crudas noches de invierno,
El alma de
la ñusta esta en la esquina
Y su sombra
cautiva con arrullos
Y ternura de
alpacas.