| San José, pasión de multitudes |
San José, un grande
del futbol boliviano
* En la temporada 2011-2012 (torneos
Fundadores de la Liga, Apertura y Clausura), el crédito orureño jugó 62 partidos y acumuló 100 puntos. Tiene
el arquero menos vencido, Carlos Emilio Lampe y en el Clausura tuvo al máximo
goleador, Carlos Saucedo.
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EL SAJAMA.COM (1 de Jun.).- El Club San
José de Oruro ha terminado su participación en la temporada 2011-2012 de la
Liga del Fútbol Profesional Boliviano (LFPB), cumpliendo una de sus mejores
campañas futbolísticas en sus 70 años de vida deportiva.
El equipo que contó con tres
entrenadores (Víctor Hugo Andrada, Marcelo Zuleta y Marcos Ferrufino) en la
temporada, fue mejorando su rendimiento paulatinamente. En el primer campeonato
Fundadores de la Liga, ocupó en sexto lugar, luego en el Apertura quedo en
cuarto puesto y en el Clausura fue segundo.
Lo más sobresaliente y destacable de la
campaña fueron los nueve meses que condujo el entrenador orureño Marcos
Ferrufino y su cuerpo técnico, habiendo conseguido grandes progresos en tiempo
record, pero falto la “suerte de campeón”, para situarse en los más alto del
futbol boliviano con merecimientos propios.
En la era Ferrufino, el equipo jugó 40
partidos y acumuló 66 puntos. Su ataque fue uno de los más productivos
anotando 59 goles y soportando 39, por
eso al final de la temporada se tiene como conclusión que el arquero Carlos
Emilio Lampe resulta ser el menos vencido de los tres torneos de la Liga con 66
goles en contra.
Para el torneo Clausura, San José
habilitó a Carlos Saucedo que fue el goleador del torneo con 17 goles y también
a Pablo Salinas que hizo 8 tantos. Ambos conformaron la famosa dupla Sa-Sa, que
deleito con sus goles en todas las canchas donde actuó el cuadro de la V azul.
Si bien el arquero Lampe se destacó en
su puesto, también lo hicieron los atacantes Saucedo y Salinas, pero en general
los once futbolistas que conformaron el equipo principal que salían a jugar un
partido, cumplieron su función como correspondía. Fue un equipo que practicó el
arte de la solidaridad, un equipo cuyas piezas se relevaron aceitadamente
cumpliendo sus roles determinados por el cuerpo técnico.
El fútbol ordenado que mostro San José
en el Apertura y Clausura, demostró que el equipo actuaba en el marco de la
consigna mosquetera “Todos para uno y
uno para todos”, por eso los éxitos se sumaron mientras estuvieron en la cancha
los titulares.
Lastimosamente el Talón de Aquiles en el
torneo Clausura fue el banco de suplentes. Desde la séptima fecha (4 de marzo
2012) el equipo de jugadores se redujo a 19 futbolistas de los cuales quedaron
como suplentes siete, los más juveniles y con poca experiencia profesional. El
maratónico torneo hizo su parte y varios experimentados quedaron suspendidos
por tarjetas amarillas o expulsión en los últimos encuentros y por ahí se le
escapo de las manos el título de campeón a San José.






