BOLIVIA - ARGENTINA LA MIRADA DE LOS MEDIOS EXTRAJEROS
El líder de las Eliminatorias visitará la siempre complicada altura de La Paz. Con el arbitraje del chileno Enrique Osses, el conjunto de la "Pulga" Messi buscará el triunfo ante los bolivianos para asegurar su presencia en Brasil 2014.
Respecto a los recaudos que el propio entrenador Alejandro Sabella piensa tomar (jugará con un esquema defensivo), sin dudas este partido se presenta como el más duro para los argentinos: jugar en el estadio Hernando Siles, a 3.650 metros sobre el nivel del mar, no parece ser una tarea sencilla.
Lo bueno es que tiene la tranquilidad de marchar primero en la tabla de posiciones y llega al encuentro de este martes luego del triunfo 3-0 ante Venezuela del pasado viernes. En dicho encuentro, jugado en el Monumental, los argentinos consolidaron su estilo de juego pese a dos ausencias importantes: Ángel Di María y Sergio Agüero.
Por el lado de Bolivia, las cosas no vienen bien. El equipo marcha último en la tabla con solamente 8 unidades y un futuro muy cercano a la eliminación automática de la Copa del Mundo. Encima viene de caer 5-0 ante Colombia en Barranquilla, resultado que golpeó las expectativas de pelear hasta el final de la competición.
TODOS ATRAS DE MESSI TITULA EL DIARIO OLÉ
La Selección toma recaudos lógicos para ir a La Paz: del muy ofensivo a un equipo con cinco defensores. Leo, como nunca, deberá tener altura.
Que el aeropuerto de La Paz se llame “El Alto” es una ironía, un
sarcasmo con el que esta ciudad que vive y respira (aunque al principio
cueste) a 3.600 metros de altura, recibe a quienes llegan a “El Alto”
que está a ¡4.100 metros! Justificadísimo, entonces, el inspirado que le
puso nombre al aeropuerto; algo así como el sketch de Les Luthiers,
aquel de Yogurtu Mghe que comenzaba con un “yo nací en el Africa por eso
mi piel es negra” antes de referirse a Yogurtu, habitante de la tribu
Obembe, cuya “piel era tan oscura que en la aldea le decían el Negro”.
La realidad como tal no existe, sino que se acomoda según las
necesidades de quien la vive. O sea, cada uno tiene su realidad, y la
Selección acarrea la suya por estas horas. Autodebilitado por la
adversidad atmosférica, lejos está del opulento equipo capaz de
arrollar. A paso lento, como indica el manual paceño, Messi y compañía
llegaron en la tardecita de ayer a Santa Cruz de la Sierra. Y desde aquí
iniciaron la vigilia de la aventura que intentará desde las 17 de hoy:
derrotar a Bolivia en La Paz. Y dejando a un costado la audacia de los
cuatro futbolistas en posición ofensiva, la de atacar a riesgo de
abrirse en defensa, algo que le hacer doler la cabeza a Sabella, el DT
se podrá dar el gusto de llevar adelante un plan más conservador. Menos
jugado y más cauteloso; menos arriesgado y ¿más ganador? Si por default
Argentina es Messi y diez más, hoy, como nunca, será todos atrás de
Messi. Siguiendo su guía pero, clave, aguantándole la espalda. La
goleada de hace cuatro años fue un papelón más por la subestimación de
aquella realidad que por los seis goles, que no son pocos. Quedaron en
la memoria colectiva argentina y también en la boliviana. La gente de
por aquí lo recuerda en la calle con una sonrisa ancha, sin reparar
siquiera en que hace poquitos días Bolivia se comió cinco en Colombia.
Pero qué importa, nadie les quitará lo bailado. Y a ese equipo de
Maradona tampoco... Por eso Messi quiere jugar, aunque haya chances de
que otra vez le cueste recuperar el aire. Si de los golpes se aprende,
Leo habrá anotado la parte que le toca. Y el desafío que le cabe hoy no
pasa por demostrar su talento, sino porque se note su inteligencia. La
del futbolista que era un habilidoso en velocidad y supo agregarle
pausa, panorama y goles: ahora, deberá saber dosificar su esfuerzo.
Elegir cuándo picar o cuándo cambiar de ritmo con la pelota al pie. No
serán muchas las chances, y ahí radica parte de la cautela con que se
deberá afrontar el partido. No pasa sólo por defender atrás de Messi,
sino por entender que habrá momentos en los que simplemente será mejor
no arriesgar.