SAN JOSE, EN SU PEOR MOMENTO
Fue una sorpresa desagradable
la protesta que realizaron los futbolistas del club San José este sábado 1 de
abril, antes del partido que jugaron con Guabirá por el torneo Apertura.
“Sr. Zeballos, póngase la mano
en el corazón. Nuestras familias también tienen necesidades”, dice el
conmovedor mensaje que mostraron en una pancarta los futbolistas desde el
momento en que ingresaron a la cancha y posaron
para los medios de información.
Los futbolistas están en su
derecho de reclamar el pago de sus haberes pero, su actitud de protesta impactó
en el futbol boliviano y en el exterior, porque la noticia se difundió mediante
los medios de comunicación radial, televisiva y las redes sociales de facebook,
twiter, whatsApp. De inmediato
hubo reacciones de repudio, censura y protestas.
El impacto fue tan grande que
el prestigio del club San José de Oruro quedo por los suelos, pese a sus 75
años de vida institucional. Esta fue una nueva forma de protestar de los
futbolistas para ser escuchados por el presidente del club, señor Edwin
Zeballos, quién, dicho de paso, dijo que no existen recursos económicos para
cumplir los compromisos.
Lo peor de todo es que a los
últimos partidos de fútbol que jugó San José en Oruro, el público no asistió
como se esperaba, entonces es muy difícil esperar que con las recaudaciones se
podrán cancelar los tres meses de sueldos que les adeudan.
Es preciso realizar esfuerzos
para encontrar una solución a este problema que reitero, es una bomba de
tiempo, que puede estallar en cualquier momento.
La solución no es decir que
“no hay dinero y punto”, tampoco es comprometerse a pagar en un determinado
tiempo sabiendo que es imposible. No se debe seguir mintiendo y engañando.
En el pasado hubo problemas
similares o peores, pero, se solucionó con la presencia de orureños que
asumieron el control con responsabilidad y de alguna forma se logró normalizar
el funcionamiento del club.
Cuando quedan cinco meses para
la conclusión del campeonato Apertura 2017, la situación del club es muy
delicada. Todo el esfuerzo que hizo el cuerpo técnico y los futbolistas para
salir del fondo de las posiciones, puede quedar truncado porque persisten los
osados compromisos que en la práctica no se cumplirán. Está más que demostrado,
que los actuales dirigentes no tienen recursos económicos y tampoco no tienen
seguridad de dónde y cuándo vendrán los dineros en el futuro.